XI

El conocimiento no conoce en todas las ocasiones objetos de valor, luego, el acto de conocer no es valioso de por sí, está sujeto a contingencias e imprevistos que modulan en cada caso su apreciación. Para que cualquier conocimiento sin excepción fuera inestimable tendría que existir un valor original, fuera de toda validez real, que dictaminará a priori lo valedero y, por necesidad, un validador universal que vigilará el buen funcionamiento de las tablas de valores. Tal firmeza valorativa y tal sujeto trascendental no existen, y si existieran en realidad actuarían en contra de la naturaleza crítica del valor y acabarían por destruirlo. Del mismo modo, lo que se conoce sólo puede poseer valor, antes del acto de la valoracion, si se aplica el mismo esquema excluyente. En uno y otro caso, la independencia del valor y su objeto conducen al conocimiento a su autodestrucción o al colapso. Conocer no produce valor porque sólo se da en el accidente singular de lo conocido valioso o de la valía conocida, mutua infiltración del acto y el objeto, de la intención y la obra.